12.12.11

A veces te sorprende un final contra todo pronostico. El final de la primavera, el final de una etapa, el último de los latidos de tu corazón. Acostumbran a ser dás tan bonitos y brillantes como tristes y nostalgicos. Son días que no conocen lasl eyes de la fisica. Porque lo que a subido lentamente, no cae lentamente. Simplemente se derrumba derepente. Y no sé que pensar, ni qué esperar. Aparte de ésta canción:
"Crazy, of thinking that my love could hold you
Oh I'm crazy for trying
And crazy for crying
And I'm crazy for loving you"
http://www.youtube.com/watch?v=bzQyzZBMQ8M&feature=results_main&playnext=1&list=PLDA8A119CD2E22FF2

16.11.11

Trama

En las clases de castellano, nos enseñaron que las historias constaban de una introducción, un climax, un descenlace y una moraleja final. Con el tiempo y punta de porrazos, vas aprendiendo que algunas sólo tienen un climax , e incluso algunas que ni siquiera tienen moraleja final. O también están las que saltan de la introducción a la moraleja y otras que nunca se desenlazan por mucho que uno ayude con movimientos espasmódicos emocionales. Hay historias que tienen mil principios y otras que no tienen ningún final y se derrumban en esperas eternas. Por ultimo están las historias que nunca se escribirán y que sólo se transforman en un "¿qué hubiese pasado si..?".Lo unico que sé es que todas tienen una cosa en común: Se transforman en recuerdo. Recuerdos que nos atrapan al buscar en los cajones, abrir libros, ver peliculas o escuchar canciones. Recuerdos que, dormidos o no, siempre están ahí.

31.7.11

Fisiología I

De todas las cosas que implican el acto de vivir hay algunas que son particularmente complejas.
Respirar, por ejemplo.
Si bien es un proceso involuntario y automático, y a ti te puede parecer una estupidez insignificante porque total !el aire es gratis!, pero, detrás del proceso respiratorio hay un complicado mecanismo que se pone en marcha. Empieza cuando inspiras aire por la nariz calentándolo y humedeciéndolo para que penetre en la faringe, siga por la laringe y continúe por la tráquea que, más o menos a esta altura, no baja mucho más y se divide en dos partes bilaterales para pasar a los bronquios, que a su vez vuelven a dividirse en secundarios, terciarios y así hasta llegar a una cantidad como de doscientos cincuenta mil bronquiolos que son como fideos finitos que parecen un pún pero para algo sirven.
Pero esto no es todo, porque al final de los bronquiolos hay como trescientos millones de alvéolos que son como bolsitas que almacenan el aire para el intercambio de gases con la sangre y que se parecen a un racimo de uvas. Pero acá no termina el asunto porque,más encima de todo, esto se hace por fases que se realizan gracias a la acción muscular del diafragma y de los músculos intercostales que además son controlados por el centro respiratorio del bulbo raquídeo. Es decir, que cada más o menos unos cuatro segundos (si eres mas bien una persona tranquilita) para respirar intervienen montones de partes de ti mismo, además de los pulmones, claro está. La caja torácica, el diafragma y las costillas hacen también lo suyo.
Así que imaginate lo enmarañadas que resultarán otras cosas de la vida como por ejemplo: leer, comprar un departamento, enamorarse, comer tallarines, ver star war, asesinar a alguien, tener mascotas, caminar por la calle Mapiú, etc.
Por este tipo de pensamientos es que la mayor parte de las veces considero que la vida en lugar de costar tanto, debiera ser un trabajo (muy) bien remunerado.

Om.

En momentos extremos mi maestra recita mantras para darse fuerzas. Finalmente es tu mente la que te mandetiene al filo de la navaja o te obliga a abandonar. Durante algún trecho en practicas nació una bebé prematura, tan prematura que los medicos dijeron que no sobreviviría. Pero ahí estuvo ella aferrada a la vida. Claramente había riesgo de ceguera, infecciones, problemas de desarrollo pero ella seguía luchando. Hoy pensaba que cuando creces la lógica acaba matando la esperanza. Me explico: Cuando eres un recién nacido, sin lógica, y crees sólo en tu instinto, las ganas de vivir, te da igual tener absolutamente TODO en contra. Luchas por sobrevivir, con todas tus fuerzas. En cambio cuando somos grandes y nos ponemos a pensar, con suerte saldríamos de la casa, ni te iriras a pasear con un desconocido, ni mucho menos nos enamorariamos porque, es casi casi seguro que en el camino pase algo y todo salga mal. Yo no quiero recitar mantras. Quiero ser como un bebé prematuro y aún cuando no exista ninguna probabilidad seguir creyendo y luchando. Siempre.

18.5.11

No es mi intención molestarleh..

Señores Pasajeros, en nombre del conductor y de toda la empresa les agradecemos que hayan elegido ésta linea con destino a Ninguna Parte. La duración estimada del viaje será inversamente proporcional a sus ganas de vivir, pudiendo llegar a hacerse eterno para aquellos pasajeros que adoptaron la vía de la autocompasión permanente. Por motivos de seguridad y para evitar colapsos con los semáforos y tacos, les recordamos que el hemisferio izquierdo deberá permanecer desconectado desde el pago del pasaje y hasta la apertura de puertas en destino. Les rogamos guarden toda su esperanza en el compartimiento sobre los asientos, dejando despejados el pasillo y las puertas. Ahora por por favor ponganse cómodos, mantengan su espíritu en posición vertical y la autoestima plegada. Les recordamos que está prohibido fumar y botar basura. La comunicación honesta y sincera podrá utilizarse desde ya. Gracias por su atención y feliz viaje.

14.3.11

Miembro fantasma

Por ejemplo, si te amputan una pierna puedes seguir sintiendo cómo se mueve, o cómo te pica o cómo te duele. No soportarías que nada ni nadie invada el lugar que debería ocupar tu pierna. Ésto, porque aún despúes de que no quede tejido, algunos receptores se vuelven hiperactivos, y el cerebro, que se ha dedicado toda una vida a recibir estímulos de éste miembro, comienza a crear sensaciones por su cuenta. Creo que con las personas que han formado parte de tí y que has perdido sucede exactamente lo mismo: sentimos cómo se mueven, cómo pican, cómo duelen. Y tampoco soportamos que nadie ni nada invada el lugar que deberían ocupar. O por el contrario, buscamos desesperadamente un "reemplazo" con el fin de evitar el vacío.
Es todo un cacho. Porque estamos vivos, pero llenos de miembros amputados, llenos de muertos. La amiga que se enojó,los ex pololos, la polera favorita que se manchó y debimos botar, el trabajo que perdiste, el tiempo mal invertido, en fin. Ya sabemos que la lista es interminable. Tenemos muertitos y muertotes enredados en nuestras células vivas. Respiramos tanta muerte entre tanta vida, tanto vacio entre tanta abundancia que nos sentimos in-to-xi-ca-dos. Y de ahí nacen los dolores en el pecho, los retorcijones en la guata, las diarreas, migrañas, urticarias, colon inflamados y suspiros. Y en eso se convierten nuestras amputaciones. En el mejor de los casos las personas valientes transformarán esa ausencia en deseo y se lanzarán hacia su sueño. Excretarán sus muertitos y muertotes para transformalos en experiencia y podrán palpar la vida al abrir los brazos. Y es por eso que creo que cada pérdida, cada conflicto, cada sueño roto no a echo más que acercarme a lo que realmente quiero. Cuando el recuerdo es sólo un recuerdo y deja de ser un fantasma, entonces ya ganaste la mitad de la batalla.

13.3.11

Paisaje expresionista

En el colegio siempre me retaban por mirar la lluvia a travéz de la ventana durante las clases. Lo bueno de la vida universitaria es que dejan de retarte por eso, porque es irrelevante que una alumna se detenga en cosas irrelevantes. Durante este temporal, además de no poder dormir y estar muerta de meyo, imaginaba qúe es lo que pude haber pensado la primera vez que vi llover. Tal vez como una catástrofe cósmica, como esos crudos temporales con fuertes vientos el día de mi cumpleaños. Y quizás por eso me gusta tanto la lluvia. Supongo que éste blog es sólo una triste excusa para escribir recuerdos. Pero me ayuda a no olvidar que existe belleza en el mundo. Cómo la noche, que cada vez me muestra una cara diferente de la soledad. Aveces la amo con locura y otras veces la detesto. A la noche, porque la soledad la disfruto muchisimo. Pero me desespera ésta diarrea mental, que me invade cada vez que debería estar estudiando. Y es que, revisando el instrumental quirúrgico, senti la necesidad de subirme al corto laja que por algún místico motivo me ayuda a ordenar las ideas.
En fin,ciertamente ésta lluvia anticipa la llegada del otoño, los 15 grados de temperatura y el 60% de húmedad ambiental que a mí tanto me gusta. A partir del equinoccio las hojas de los árboles se desprenden y azotadas por el viento se vuelven alimento para la tierra. Siento que éste será uno de los otoños más místicos para mucho de nosotros. La naturaleza con la que aún no queremos reconciliarnos no sabe de justicia, pero sí de quilibrio. Y tal como hacen los árboles habremos de cambiar nuestro follaje, desprendernos de nuestras derrotas para dejar brotar el aprendizaje y seguir creciendo. Y así vivir nuestras primaveras y veranos e inviernos pero no como rutinas sino como ciclos donde liberarnos del conocimiento para dejarnos asombrar por lo que nos rodea y acernos preguntas tontas acerca del mundo, quizás como la primera vez que vi llover. Y el paseo en tren me lo debo.

21.1.11

El caos se desató tan rápido que quisiste saltar al vacío, sabiendo que no lo ibas a lograr. Porque el vacío estaba por dentro. Porque los que saltan son los que tienen valor, desayunan con frío y salen con temporal. Esos son los que saltan. No quien se tienta a cruzar la calle de espaldas sólo por tratar de retroceder, o que intentan descoser las palabras para creer que se vuelve a empezar. La vida no es esa canción que cantabas, ni el desfile de colgadores que repletan el closet. La vida es un vuelo con valor. Es un vuelo con pelotas. Es un vuelo con ovarios. El resto es lo que perdimos y no supimos querer en serio. Lo que no pudimos sostener en las manos porque temblaron y cayó, porque temblamos y caímos y porque temblarás y caeremos. La vida es el cuento que nos susurramos al oído y la mano que te puse en los ojos para decirte que no. Es así a día a de ayer y otros colores.Es dejar que los recuerdos dibujen sus cicatrizes en el cuerpo sin patalear por el pasado. Recuerdos que se transforman en arañas escondidas al fondo de la bandeja de entrada, esperando inmóviles en la oscuridad del alma, atentas al más mínimo error. Un paso en falso para abalanzarse y alimentarse de tu alma. Y lo hacen de noche, cuando casi todos duermen, meciendose al compas de nuestros suspiros. Tejen sus redes en el calendario, en las fotos que siempre miran a los ojos. Tejen sus redes en las canciones, en las peliculas que nunca viste. E insistentes van vistiendo todo lo que alcanzan con una invisible tela de araña. Con un inconfundible olor a nada, con un terrible sabor a nunca.Por eso, no es la soledad la que te ahoga en la melancolía. Son las telas de araña que tejen los recuerdos las que, cuando menos lo esperas te atrapan y te devoran por dentro.Por eso no hay descanso para quien tiene que cerrar una puerta, acomodando el recuerdo de algún sentimiento. Hay cuotas de insatisfacción plenamente justificadas, la libertad que da saber que no hay nada que ganar ni que perder. Es la ley que amapara a los que arriesgan, a los que no temen que una palabra les salte encima. La vida es un salto con valor. Un salto con pelotas. Un salto con ovarios.

3.12.10

Adoro estos momentos regalados en que siento (creo, sueño) que la noche me pertenece. Ahora mismo me envuelve una suave brisa dulce y limpia que entra por la ventana. Como un chorro de agua que tuviera el poder de detener el tiempo, o de congelarlo. Será el preludio del verano, supongo, aunque este año no tengo la sensación de costumbre, de que todo el verde a mi alrededor está a punto de morir. Imagino que tantas veces viviendo las mismas sensaciones terminan por convencerte de que a cada verano sigue un otoño, y tras este, un invierno y una primavera. Y terminan por demostrarte que la rutina mueve montañas. Me doy cuenta de que no existe el apocalipsis, aunque algún lunes casi lo parodie. E interiorizo que al finalizar esta primavera no sonarán trompetas, ni el cielo caerá a pedacitos sobre nuestras cabezas. Ni nada parecido. Es la sensación de haber resistido a una tempestad donde algunos lo hayan perdido todo, otros simplemente se hayan entregado a la deriva y la gran mayoría haya sobrevivido como buenamente ha podido, convencidos de que la vida sigue. Y así nos sorprendemos a nosotros mismos jugando con los juguetes de siempre, releyendo aquel libro o reencontrándonos con caricaturas de la infancia que nos distraigan y alejen del día a día, y quizás de nosotros mismos. Tratando de memorizar alguna frase especial que nos ayude a encontrarle un sentido a esta vida, que en realidad no sé si tiene. Excepto porque quizás mañana se besen de nuevo nuestras miradas, se abracen las palabras en el aire y hablemos un rato, antes de que la hora nos devore sin compasión.

28.11.10

Es bonito cuando alguien te va a buscar a la salida. A la salida de clases, o del trabajo. A la salida de un conflicto o una pena profunda. A la salida de cualquier cosa. Pero aún mejor es que te vayan a buscar justo cuando estás en medio. En medio de clases, a mitad de una reunión. A medio camino entre el corazón y el vacío. Que te vayan a vuscar a la salida es lindo, pero el amor, el amor es aquel que va a tu encuentro a medio camino y te acompaña y salta contigo para que se abran todas tus puertas.

21.11.10

neoplasia benigna

Esta semana fué bastante caótica. Y ecléctica. Este clima absurdo de calor y lluvias me confunde ante las puertas del closet. La lluvia ha llegado, el viento ha soplado. Mi alma. Me ha desordenado el pelo y acariciado la nuca. Me ha revuelto los pies. Zancadillas de un taco roto para tropezar con tu recuerdo. Buscar el cerrojo que abre tu boca, tu mirada, el poema entre tus brazos. Los recuerdos no son importantes porque existan, son importantes si alguien los piensa y son maravillosos cuando devuelven un eco con más colores.
El refrigerador parece desierto, pero la verdad es que yo tampoco me siento muy llena desde hace unos días. De hecho, por la mañana, la única diferencia entre el refri y yo, es que al refri se le enciende una luz al abrir la puerta. Al minimo vacio que siento en mi interior tiendo a aislarme de todo lo que me rodea. Me envuelvo en alusa transparente, de tal forma que aunque esté dentro de un bullir de gente, me siento lejos de todo y de todos. Y me da pena, pero me da pena porque no siento pena por eso. En estos días tan extraños siento nostalgia, pero no en el sentido melancólico que origina un recuerdo o una pérdida. Es una nostalgia de futuro. Es una sensación que sólo me asalta a veces, pero que me revuelve las entrañas. Supongo que se trata de una nueva especie de nostalgia-solitaria. Aveces ni yo me entiendo. Dios se debe ganar el cielo conmigo.