"Esperanza es creer cuando todas las posibilidades se han acabado", dijo alguna vez el maestro. Y aveces, odio que eso tenga sentido. Porque los números, que nunca se equivocan, han demostrado empiricamente que aquello que se ha perdido, no tiene vuelta atrás. Conformarse o resignarse. Pero hoy he regresado a casa y me invade el perfume de los jazmines del patio, que ahora se encontraban adornando las mesas del livig comedor. Y entonces sentí que podemos seguir intentándolo.
¿a los cuantos porrazos aprenderé?.
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