1.12.09

son varias "cuntiones"

Tate Quieta Melda!!

Cuando era chica mi mamá me hacia montones de dibujos para pintar y como era algo que en realidad me gustaba bastante se aseguraba asi de mantenerme ocupada y por ende no hacer destrozos dentro o fuera de la casa o de mí misma. Me acordé de esto porque ahora la inquietud invade mas bien mi mente; lo cual no es bueno cuando intentas recitar las fórmulas de bioestadística. Alguna vez escuché que los "tate quieta" de nuestra infancia quedan siempre latentes cuando crecemos (lo cual tiene cierta lógica porque abunda la gente que sigue autocastigandose para sentirse mejor), entonces compré lapices de cera para ver si resultaba esta cuasiterapia.

Inpresionismo

En el colegio habían dos técnicas placenteras. Una era el puntillismo; pega de chino para algunos pero era choriflai pintar puntito por puntito y si te alterabas te desquitabas haciendo una que otra raya loca. Pero lejos, lejos mi preferida era pintar con tiza y cola fría. Tomabas una barra de tiza, la untabas en el pegamento y procedias a deslizarla sobre la hoja para pintar. Orgásmico porque, pintabas con una explosión de sensaciones, estirar la tiza pastosa por la hoja, el olor del pegamento y terminar quitandote los pellejitos de los dedos.

Cuadro de Situación I

Mi mamá me dibujaba siempre una casa con chimenea encendida, en un campo con montañas y un sol brillando entre algunas nubes. Delante de la casa habia un manzano, un charco con dos patitos y su mamá patito . Había un caminito empedrado que llevaba a la puerta de la casa, bordeado por rosas y cardenales y claro, en primer plano el medidor de agua, sentenciando prematuramente la caravana de sequías que afectaría al mundo. Entonces reproduzco su humilde obra y comienzo a recorrer los bordes con uno de los lapicez de cera, con fuerza para no dejar ninguna grieta por donde se cuele la realidad.

La Mala Endiucación


Cuando nos enseñaron a escribir nos restaban puntos si nos saliamos del margen lateral de la hoja. Entonces ( cuando aún pensabamos que los randes sabían todo) nuestra profesora de castellano nos decía que pensáramos en el margen como la orilla de un río. Si te pasabas del margen las letras caerían al río y se las llevaría la corriente. Así, el ejército de palabras estaba condenada a la trinchera del margen, anunciando una pendiente de lo absurdo donde el agua atacaría sin puñales a la caravana de letras sin dejar rastro.

Boceto

Yo dibujaba las montañas puntiagudas, casi afiladas. Tal situación asaltó la vigilancia maternal porque un día soprendió a la inexperta infante. Entonces, asomadas a la ventana mirábamos los cerros - son curvas, ¿no vez?- y así tomé mi dibujo , borré las peligrosas montañas y las hice más obtusas y ondulantes. Entonces empezé a hacer dos tipos de dibujos: uno que representaba las cosas como eran y otro que representaba las cosas como yo las veía. Desde luego los primeros eran para presentar a cualquier tipo de adulto, porque cuando las tías de kinder se preocupan, ahi ya es medio grave.

Ideograma

Años mas tarde, sería en 4º o 5º básico, el nuevo profesor de castellano nos plantearía la escritura como un arte. Así me seduje por la caligrafía porque las letras ya no serían solo caracteres o símbolos sino que se convertirían en "signo", en reflejo abstracto e implicícito de nuestro ser.

Cuadro de Situacion II

Bioestadística es una lata, pero he vuelto a colorear y mientras lo hago recuerdo lo que realmente importa.
Que te dibujen en las manos
Que un ojo te observe a un centímetro de tu ojo.
Cagarte de la risa.
Oler.
Compartir un yogurt con quáker.
Aveces tengo todo lo que necesito:
Nada
y todo.

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