31.7.11

Fisiología I

De todas las cosas que implican el acto de vivir hay algunas que son particularmente complejas.
Respirar, por ejemplo.
Si bien es un proceso involuntario y automático, y a ti te puede parecer una estupidez insignificante porque total !el aire es gratis!, pero, detrás del proceso respiratorio hay un complicado mecanismo que se pone en marcha. Empieza cuando inspiras aire por la nariz calentándolo y humedeciéndolo para que penetre en la faringe, siga por la laringe y continúe por la tráquea que, más o menos a esta altura, no baja mucho más y se divide en dos partes bilaterales para pasar a los bronquios, que a su vez vuelven a dividirse en secundarios, terciarios y así hasta llegar a una cantidad como de doscientos cincuenta mil bronquiolos que son como fideos finitos que parecen un pún pero para algo sirven.
Pero esto no es todo, porque al final de los bronquiolos hay como trescientos millones de alvéolos que son como bolsitas que almacenan el aire para el intercambio de gases con la sangre y que se parecen a un racimo de uvas. Pero acá no termina el asunto porque,más encima de todo, esto se hace por fases que se realizan gracias a la acción muscular del diafragma y de los músculos intercostales que además son controlados por el centro respiratorio del bulbo raquídeo. Es decir, que cada más o menos unos cuatro segundos (si eres mas bien una persona tranquilita) para respirar intervienen montones de partes de ti mismo, además de los pulmones, claro está. La caja torácica, el diafragma y las costillas hacen también lo suyo.
Así que imaginate lo enmarañadas que resultarán otras cosas de la vida como por ejemplo: leer, comprar un departamento, enamorarse, comer tallarines, ver star war, asesinar a alguien, tener mascotas, caminar por la calle Mapiú, etc.
Por este tipo de pensamientos es que la mayor parte de las veces considero que la vida en lugar de costar tanto, debiera ser un trabajo (muy) bien remunerado.

Om.

En momentos extremos mi maestra recita mantras para darse fuerzas. Finalmente es tu mente la que te mandetiene al filo de la navaja o te obliga a abandonar. Durante algún trecho en practicas nació una bebé prematura, tan prematura que los medicos dijeron que no sobreviviría. Pero ahí estuvo ella aferrada a la vida. Claramente había riesgo de ceguera, infecciones, problemas de desarrollo pero ella seguía luchando. Hoy pensaba que cuando creces la lógica acaba matando la esperanza. Me explico: Cuando eres un recién nacido, sin lógica, y crees sólo en tu instinto, las ganas de vivir, te da igual tener absolutamente TODO en contra. Luchas por sobrevivir, con todas tus fuerzas. En cambio cuando somos grandes y nos ponemos a pensar, con suerte saldríamos de la casa, ni te iriras a pasear con un desconocido, ni mucho menos nos enamorariamos porque, es casi casi seguro que en el camino pase algo y todo salga mal. Yo no quiero recitar mantras. Quiero ser como un bebé prematuro y aún cuando no exista ninguna probabilidad seguir creyendo y luchando. Siempre.