Me pregunto por qùe encierras una mariposa en la jaula de tus dedos y te tienta mas verla morir mirandola de cerca que abrir las manos y dejarla volar.
Me pregunto cuàl es la gracia de ser libres si vives quejandote por lo que has elejido.
Vivir entre relojes que caen y sueños que no vuelan.
Entre sombras sin sol y amores imaginarios.
Vivir entre telas de arañas que tejieron ilusiones y cuando menos lo esperas te atrapan, te envenenan y te devoran.
¿Serà como el perro que se desvive persiguiendo la rueda? Pasando tardes enteras corriendo tras ella y cuando la rueda se detiene ante sus ojos no sabe que hacer, es eso?
O es ver el mundo como un vaso de agua, llenandolo gota a gota para rebalsarlo?
Donde ira a parar el agua de las flores que regalan su perfume al asesino?
Tal vez al charco de tus oscuros complejos, tan negro como la noche que nos vio nacer.
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