21.1.11

El caos se desató tan rápido que quisiste saltar al vacío, sabiendo que no lo ibas a lograr. Porque el vacío estaba por dentro. Porque los que saltan son los que tienen valor, desayunan con frío y salen con temporal. Esos son los que saltan. No quien se tienta a cruzar la calle de espaldas sólo por tratar de retroceder, o que intentan descoser las palabras para creer que se vuelve a empezar. La vida no es esa canción que cantabas, ni el desfile de colgadores que repletan el closet. La vida es un vuelo con valor. Es un vuelo con pelotas. Es un vuelo con ovarios. El resto es lo que perdimos y no supimos querer en serio. Lo que no pudimos sostener en las manos porque temblaron y cayó, porque temblamos y caímos y porque temblarás y caeremos. La vida es el cuento que nos susurramos al oído y la mano que te puse en los ojos para decirte que no. Es así a día a de ayer y otros colores.Es dejar que los recuerdos dibujen sus cicatrizes en el cuerpo sin patalear por el pasado. Recuerdos que se transforman en arañas escondidas al fondo de la bandeja de entrada, esperando inmóviles en la oscuridad del alma, atentas al más mínimo error. Un paso en falso para abalanzarse y alimentarse de tu alma. Y lo hacen de noche, cuando casi todos duermen, meciendose al compas de nuestros suspiros. Tejen sus redes en el calendario, en las fotos que siempre miran a los ojos. Tejen sus redes en las canciones, en las peliculas que nunca viste. E insistentes van vistiendo todo lo que alcanzan con una invisible tela de araña. Con un inconfundible olor a nada, con un terrible sabor a nunca.Por eso, no es la soledad la que te ahoga en la melancolía. Son las telas de araña que tejen los recuerdos las que, cuando menos lo esperas te atrapan y te devoran por dentro.Por eso no hay descanso para quien tiene que cerrar una puerta, acomodando el recuerdo de algún sentimiento. Hay cuotas de insatisfacción plenamente justificadas, la libertad que da saber que no hay nada que ganar ni que perder. Es la ley que amapara a los que arriesgan, a los que no temen que una palabra les salte encima. La vida es un salto con valor. Un salto con pelotas. Un salto con ovarios.